La Real Fuerza Aérea británica en Coningsby implementa la fabricación aditiva para mantener su flota de aviones de combate operativa las 24 horas. Esta tecnología permite producir piezas críticas bajo demanda, reduciendo los tiempos de espera por repuestos que antes podían prolongarse semanas. Los ingenieros ahora diseñan y fabrican componentes específicos en cuestión de horas, manteniendo los Typhoon y F-35 en condiciones de alerta constante para misiones de defensa aérea.


Ventajas operativas en tiempo real

La fabricación aditiva proporciona flexibilidad logística sin precedentes. Cuando se identifica una pieza dañada durante las inspecciones rutinarias, los técnicos escanean el componente y generan un modelo 3D para su reproducción inmediata. Este proceso elimina la dependencia de cadenas de suministro externas y almacenes de repuestos, particularmente valioso para piezas obsoletas o de diseño personalizado. Los materiales utilizados cumplen con los estándares aeronáuticos más exigentes, garantizando durabilidad y rendimiento idénticos a las piezas originales.

Impacto en la preparación combativa

Esta capacidad de fabricación local transforma la disponibilidad de las aeronaves. Los aviones que antes permanecían en tierra días o semanas por falta de repuestos ahora regresan al servicio en cuestión de horas. La base ha logrado aumentar significativamente las tasas de disponibilidad de sus escuadrones, manteniendo capacidad de respuesta inmediata ante cualquier amenaza. Los pilotos pueden contar con que sus aviones estarán listos cuando se necesiten, sin los retrasos logísticos tradicionales.

Ahora los mecánicos solo necesitan preocuparse por encontrar la cafetera rota, porque las piezas de aviones las imprimen mientras toman el café y las tostadas.