La mentalidad competitiva de Julián Álvarez
La doctora Andrea Slachevsky, neuróloga del cuerpo médico de River Plate, describe a Julián Álvarez como un jugador con una ambición fuera de lo común durante sus años de formación. Explica que lo que más le llamó la atención del delantero era su intolerancia hacia el fracaso y su obsesión por ser el mejor en cada entrenamiento y partido. Esta mentalidad competitiva se manifestaba desde muy joven, cuando Álvarez demostraba una capacidad notable para convertir la frustración en motivación adicional.
El perfil psicológico de un campeón
Slachevsky detalla que Álvarez posee una combinación única de humildad y ambición desmedida, características que rara vez coexisten en un mismo deportista. Mientras muchos jóvenes se conforman con alcanzar un nivel aceptable, Julián constantemente buscaba superar sus propios límites y los de sus compañeros. La neuróloga recuerda cómo el jugador analizaba cada error minuciosamente después de los partidos, incluso en las victorias, siempre buscando áreas de mejora.
De las inferiores a la gloria mundial
Esta mentalidad explica en parte la meteórica trayectoria del delantero desde las divisiones juveniles de River Plate hasta consagrarse campeón del mundo con la selección argentina. Slachevsky señala que jugadores con este perfil psicológico suelen alcanzar el máximo nivel porque convierten cada obstáculo en una oportunidad de crecimiento. Actualmente en el Manchester City, Alvarez mantiene esa misma ética de trabajo que ya mostraba cuando era un adolescente en el club millonario.
Quizás deberíamos enviar a la doctora Slachevsky a analizar a aquellos jugadores que celebran como si hubieran ganado la copa del mundo cuando simplemente logran pasar el balón a un compañero sin tropezar.
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