La industria del 3D, desde estaciones de trabajo hasta software especializado, no es inmune a las fluctuaciones económicas y las políticas comerciales internacionales. Los aranceles sobre componentes electrónicos, especialmente los provenientes de China, pueden aumentar significativamente el costo de tarjetas gráficas, procesadores y discos duros. Esto afecta tanto a profesionales individuales como a estudios de animación, arquitectura y videojuegos, elevando el presupuesto necesario para mantener la productividad y actualizar equipos.


Alternativas a hardware chino

Con el objetivo de mitigar riesgos, muchos estudios buscan proveedores alternativos en Corea del Sur, Taiwán, Estados Unidos y Europa. Marcas como AMD y NVIDIA fabrican chips en diferentes países, mientras que soluciones de almacenamiento y motherboards pueden adquirirse en mercados locales o regionales. La diversificación de proveedores permite mantener la disponibilidad de hardware crítico y reducir la dependencia de un solo país.

Impacto del dólar y adquisición de licencias

El valor del dólar afecta directamente la compra de software 3D y sus licencias, ya que muchas empresas desarrolladoras cobran en esta moneda. Cuando el dólar se fortalece frente a otras divisas, los costos de suscripción o adquisición de licencias aumentan, afectando la planificación financiera de estudios y freelancers. Además, aranceles y tipos de cambio pueden influir en la decisión de adquirir actualizaciones, módulos adicionales o servicios en la nube.

El detalle es que, mientras los artistas 3D intentan modelar mundos perfectos y libres de restricciones, el mundo real les recuerda que la economía global siempre modela sus presupuestos.