Rockstar da un empujón creativo al videojuego Bully de una forma curiosa
Un artista de Bully recuerda que un mandato llegó directamente desde la oficina central de Rockstar, y que a raíz de ello, gran parte del equipo de arte decidió abandonar el estudio. Paradójicamente, esa purga interna terminó beneficiando al juego, dándole una identidad única que lo separó de otros títulos de la compañía. Lo que parecía un problema terminó siendo la chispa creativa que permitió que Bully desarrollara su estilo propio, con personajes, entornos y atmósfera que los jugadores recuerdan incluso décadas después.
Cuando el cambio forzado inspira creatividad
El vacío dejado por los artistas que se fueron obligó a los restantes a asumir más responsabilidades y a experimentar con nuevas técnicas. Se usaron herramientas como 3ds Max y Photoshop para rediseñar personajes y escenarios, mientras que se probaban nuevas paletas de colores y composiciones que hicieron que cada barrio de Bullworth se sintiera vivo y coherente. Rockstar demostró que, a veces, la presión externa puede empujar a la creatividad a límites inesperados.
Cuando los artistas abandonan, los personajes se quedan
Uno se imagina a Jimmy Hopkins diciendo: Bueno, ellos se fueron, pero yo sigo aquí… ¿y alguien tiene una hamburguesa? La ironía de que un éxodo creativo produzca un clásico sigue intacta.
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