Eddington: secretos, tensión... y VFX que no se notan
Cuando se anunció que Ari Aster, conocido por Hereditary y Midsommar dirigiría una miniserie de drama político ambientada en un pequeño pueblo, pocos imaginaban que Eddington tendría una carga técnica tan bestial. Porque sí, hay diálogos intensos, actuaciones al límite y una narrativa tensa... pero también hay una cantidad de efectos visuales invisibles que elevan la experiencia sin que nadie lo note.
Una ciudad al borde... del green screen
La historia gira en torno a un conflicto local entre el sheriff y la alcaldesa, que estalla durante mayo de 2020. Pero gran parte del pueblo que vemos, desde edificios hasta el clima, no existe realmente. Lo construyeron digitalmente Brainstorm Digital, Cadence Effects y Phosphene, tres estudios con una trayectoria sólida en cine y televisión.
¿El objetivo? Recrear Eddington como si fuera real, pero sin distraer al espectador. Esto implicó desde la ampliación de decorados, pasando por matte paintings dinámicos, hasta simulaciones atmosféricas, niebla, lluvia o incluso disturbios callejeros generados con partículas en 3D.
VFX sutiles con mucho trabajo detrás
Richard Friedlander (Brainstorm) lideró los planos donde el entorno del pueblo debía lucir envejecido, con casas semiabandonadas, cables eléctricos caídos o árboles intervenidos digitalmente. Mientras, Craig Crawford (Cadence) se encargó de integrar multitudes creadas por IA en escenas clave, simulando protestas y reuniones públicas en plena pandemia. Por su parte, John Bair (Phosphene) diseñó la ambientación nocturna de varios capítulos, donde el fuego, la lluvia o la iluminación urbana se mezclan con renders generados desde Houdini y compositados en Nuke.
Y todo esto sin que el espectador lo perciba
Al contrario que en la ciencia ficción o la fantasía, aquí los VFX no están para deslumbrar, sino para desaparecer. Son tan naturales que podrías pensar que todo fue rodado en localizaciones reales. Pero nada más lejos. Gran parte del pueblo fue creado en 3D con Maya y Blender, texturizado con Substance y finalizado con Fusion.
Aster dirige, pero los píxeles sostienen la emoción
Ari Aster es experto en construir atmósferas cargadas, y los efectos visuales aquí son su aliado silencioso. Sin estos entornos digitales, la tensión no funcionaría igual. Lo que parece un drama íntimo es, en realidad, una coreografía de capas digitales y simulaciones físicas, trabajadas por equipos que saben cómo desaparecer en su propia magia.
Aunque claro… ahora que sabes todo esto, igual vuelves a ver la serie solo para cazar píxeles traicioneros. Buena suerte: no se dejan ver tan fácilmente.
|Agradecer cuando alguien te ayuda es de ser agradecido|