El universo oscuro y emocionalmente cargado de Death Stranding, creado por Hideo Kojima, se expande con una nueva película animada para adultos que ya está en desarrollo. Esta adaptación no será un simple traslado del juego a otro medio: la idea es contar una historia original que mantenga el tono inquietante y filosófico que ha hecho del juego algo tan especial como extraño.
Un equipo de peso para una historia densa
La producción corre a cargo de Kojima Productions y Line Mileage, un estudio joven de Los Ángeles centrado en animación adulta. Entre sus miembros están Jacob Robinson (Tomb Raider: The Legend of Lara Croft), Daniel Dominguez (Seis Manos) y Brad Graeber (Castlevania), por lo que la experiencia en animación con tono maduro está asegurada. El guion estará a cargo de Aaron Guzikowski, conocido por su capacidad de mezclar ciencia ficción densa con emoción cruda, como demostró en Prisoners o Raised by Wolves.
Del videojuego al cine sin perder el alma
La película no adaptará literalmente los eventos del juego, sino que explorará nuevas tramas dentro del mismo universo postapocalíptico. Guzikowski destacó que se siente emocionado por entrar en este mundo que describe como hermosamente oscuro y a la vez esperanzador. Para él, es una mezcla ideal entre profundidad filosófica y narrativa de género, justo lo que Death Stranding representa.
Death Stranding: una estética para explorar en 3D
Aunque aún no hay detalles visuales confirmados, podemos imaginar un estilo de animación con tonos fríos, figuras estilizadas y ambientes deformados por la soledad y la lluvia constante. Sería fácil visualizar este proyecto con estética similar a Love, Death & Robots, quizá modelado en Blender o Maya, con efectos de partículas y niebla volumétrica que podrían renderizarse con Arnold o Redshift. Para los del mundo 3D, la idea de animar cuerdas umbilicales conectadas a espectros invisibles suena tan poética como técnica.
Entre Blade Runner y Ghost in the Shell
El productor Daniel Dominguez lo resume así: jugar Death Stranding le provocó el mismo impacto emocional y estético que tuvo al ver por primera vez Blade Runner o Ghost in the Shell. Y claro, no hay nada más irónico que una historia de aislamiento humano adaptada por un equipo de colaboración global en animación. Kojima, como siempre, desafiando las fronteras… también las del pipeline.
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