Sophie Roze y el arte del stop-motion

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Sophie Roze es una de esas artistas cuya creatividad parece no tener límites. A lo largo de su carrera, ha trabajado como realizadora, animadora, técnica e ilustradora. Su especialidad es el stop-motion, una técnica de animación que da vida a personajes y escenarios moviendo objetos fotograma a fotograma. En el marco del Festival Nacional del Cine de Animación, Roze compartió su mundo, su trayectoria y sus proyectos más destacados con el público. Sin filtros, sin pretensiones, simplemente compartiendo su pasión por contar historias.

De estudiante a realizadora en el camino de Sophie

Sophie comenzó su viaje en el cine de animación desde joven, con estudios que la llevaron a explorar diferentes facetas de la creación cinematográfica. A lo largo de los años, ha hecho su camino, dejando huella en varias producciones notables como Les escargots de Joseph y Une guitare à la mer, que incluso ganó un premio en el Festival de Annecy en 2024. Pero, más allá de los premios, lo que realmente interesa de su trabajo es su dedicación por crear algo único, desde la animación hasta la técnica. Siempre con un enfoque muy personal.

Un proceso creativo que implica todo

En su conferencia, Sophie habló sobre su proceso de trabajo. Explicó cómo pasa de una idea a un guion, luego a la animación, y cómo cada paso involucra una gran cantidad de decisiones técnicas. Pero, por supuesto, no se quedó solo en lo técnico. Habló de los personajes, de cómo los crea, de lo que buscan reflejar en cada uno. El trabajo de animación, especialmente en stop-motion, no solo es difícil, sino que también es muy detallado y, por lo tanto, muy gratificante cuando el resultado es el esperado.

Stop-motion y sus desafíos en la magia detrás de la animación

Uno de los puntos que más destacó en su charla fue cómo el stop-motion y la animación tradicional se diferencian de otras técnicas más modernas. A pesar de ser una forma de arte muy antigua, el stop-motion sigue siendo una técnica que tiene su magia propia. Roze comparó su trabajo con otras formas de animación, como el papel recortado, que también tiene sus particularidades. A diferencia de la animación digital, el stop-motion tiene un toque artesanal y tangible, que según Sophie, es lo que le da esa chispa especial.

Ecoproducción es cómo cuidar el planeta mientras se crea

En un mundo cada vez más preocupado por el medio ambiente, Sophie no podía dejar de mencionar la importancia de la ecoproducción. El cine, y especialmente el stop-motion, puede ser muy demandante en cuanto a recursos. Sin embargo, Roze trabaja constantemente en proyectos donde la sostenibilidad es clave. No se trata solo de hacer cine, sino de hacerlo de una manera que no dañe el entorno. Es un enfoque que está ganando terreno y que Sophie defiende a capa y espada.

El futuro y nuevas aventuras cinematográficas

A pesar de su impresionante trayectoria, Sophie no se detiene. Durante la charla, compartió algunas de sus ideas para futuros proyectos, como Les oiseaux électriques, que ya está en desarrollo. Además, no dejó pasar la oportunidad para dar algunos consejos a los aspirantes a animadores de stop-motion: paciencia, dedicación y mucho trabajo. Sin duda, la animación sigue siendo un campo donde las nuevas generaciones pueden hacer magia, siempre y cuando estén dispuestas a poner sus manos en el barro.

La conferencia de Sophie Roze no fue solo una lección técnica de animación. Fue una lección de vida, de pasión por el cine, de cómo contar historias a través de la animación, pero también de cómo vivir y crear con integridad. En un mundo donde todo parece cambiar rápido, Sophie recuerda que el arte no solo se trata de técnica, sino también de alma, de perseverancia y de no tener miedo a romper moldes. Quizá esa sea la verdadera magia detrás de su cine.