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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? si, pues así.
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Dhal naka, eso no pega tío no tiene sentido.
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Estoy de acuerdo con Promineo, como que no queda, si quieres vuelve a publicar tu dhal, porque creo que así complica mucho al sentido de la oración, si no que poste la respuesta cualquier otro a partir de aquí:
Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? Saludos.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? si, deberías viajar.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? Si, deberías viajar para poder sentir.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete.
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------off-topic------- Kelmer, qué significa patinete?
----------------- Saludos.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar.
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[offtopic]:
Cita:
Kelmer, qué significa patinete?
Es parecido al monopatín (skateboard) pero con manillar.
[/offtopic].
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Promineo, si tiene sentido. Si, pues así, yo qué sé, podrás conocer nuevos lugares o lo que sea, si se podía seguir, aunque = no se ha entendido, es como la respuesta de Wimo, algo así. Bueno, agures.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e.
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Vaya, lo siento, editado.
hora de dormir.
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Buenas noches. Remataré yo la jugada. Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario.
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esto se vuelve cada vez más absurdo, . Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.¿perro estas fumado? .
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado. ¿perro estas fumado? sí, me gusta.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado. ¿perro estas fumado? Sí, me gusta levantarme cada mañana.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado. ¿perro estas fumado? Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado. ¿perro estas fumado? Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado. ¿perro estas fumado? Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a .
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado. ¿perro estas fumado? Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado. ¿perro estas fumado? Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado. ¿perro estas fumado? Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado. ¿perro estas fumado? Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.con razón deliras.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo:
-Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
-No, tengo qué?
-Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
-¿perro estas fumado?
-Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.
Con razón deliras.
entonces el pájaro pringado.
Eem he pensado en ponerlo así, pero que, si no queréis pues que el próximo lo deje como estaba y ya está.
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Por experiencia, creo que es mejor respetar el formato original y al final hacer las separaciones. Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo: mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado? No, tengo qué? Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado. ¿perro estas fumado? Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible, con razón deliras. Entonces el pájaro pringado desenfundó una armónica.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo:
-Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
-No, tengo qué?
-Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
-¿perro estas fumado?
-Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.
Con razón deliras.
Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo:
-Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
-No, tengo qué?
-Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
-¿perro estas fumado?
-Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.
Con razón deliras.
Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo:
-Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
-No, tengo qué?
-Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
-¿perro estas fumado?
-Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.
Con razón deliras.
Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.
el tío alimonado.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo:
-Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
-No, tengo qué?
-Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
-¿perro estas fumado?
-Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.
Con razón deliras.
Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.
El tío alimonado, comenzó a silbar.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo:
-Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
- No, tengo qué?
- Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
- ¿perro estas fumado?
- Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.
- Con razón deliras.
Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.
El tío alimonado empezó a silbar un triste blues.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo:
-Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
-No, tengo qué?
-Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
-¿perro estas fumado?
-Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.
Con razón deliras.
Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.
El tío alimonado empezó a silbar un triste blues el cual le.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo:
-Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
- No, tengo qué?
- Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
- ¿perro estas fumado?
- Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.
- Con razón deliras.
Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.
El tío alimonado empezó a silbar un triste blues el cual le hizo llorar mucho.
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Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo:
-Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
-No, tengo qué?
-Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
-¿perro estas fumado?
-Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.
Con razón deliras.
Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.
El tío alimonado empezó a silbar un triste blues el cual le hizo llorar mucho recordando la guardería.
Posdata: ¿cómo se escribe en negrita? Plis.
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Tienes que poner los corchetes con la b dentro de ellos como te pongo en este txt. El texto en negrita es dónde tienes que poner el texto para que se vea en negrita al publicar la respuesta. Todo lo que esté entre el corchete de apertura y el de cierre, saldrá en negrita. O también puedes seleccionar, con el modo avanzado seleccionado, las palabras que quieras poner en negrita y hacer click sobre la b mayúscula que aparece a la izquierda del todo, en la barra de herramientas.
-- IMÁGENES ADJUNTAS --
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-Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
- No, tengo qué?
- Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
- ¿perro estas fumado?
- Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.
- Con razón deliras.
Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.
El tío alimonado empezó a silbar un triste blues el cual le hizo llorar mucho recordando la guardería, y a esas.
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-Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
-No, tengo qué?
-Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
-¿perro estas fumado?
-Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.
Con razón deliras.
Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.
El tío alimonado empezó a silbar un triste blues el cual le hizo llorar mucho recordando la guardería, y a esas viejas amistades que.
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Esta respuesta no existe, solo es fruto de tu imaginación.
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-Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
-No, tengo qué?
-Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
-¿perro estas fumado?
-Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.
Con razón deliras.
Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.
El tío alimonado empezó a silbar un triste blues el cual le hizo llorar mucho recordando la guardería, y a esas, contesto el perro:.
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-Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
-No, tengo qué?
-Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
-¿perro estas fumado?
-Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.
Con razón deliras.
Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.
El tío alimonado empezó a silbar un triste blues el cual le hizo llorar mucho recordando la guardería, y a esas viejas amistades que le habían conbertido.
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-Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
-No, tengo qué?
-Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
-¿perro estas fumado?
-Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.
Con razón deliras.
Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.
El tío alimonado empezó a silbar un triste blues el cual le hizo llorar mucho recordando la guardería, y a esas viejas amistades que le habían convertido en un gnomo.
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Juegemos la historia virtual
Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo:
-Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
-No, tengo qué?
-Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
-¿perro estas fumado?
-Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.
Con razón deliras.
Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.
El tío alimonado empezó a silbar un triste blues el cual le hizo llorar mucho recordando la guardería, y a esas viejas amistades que le habían convertido en un gnomo adicto a los barbitúricos.
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Juegemos la historia virtual
Había una vez en un lugar cerca de todo lejos de nada, un tío alimonado, que siempre quiso salir del armario, pero un día, un pájaro pringado, que le esperaba un poco acongojado, le cagó encima. En ese momento pasó por allí un perro parlanchín, juguetón y saltarín, se quedó clavado mirando el armario, luego le dijo:
-Mariquita y pijo, a que esperas, ¿o es que, acaso tu todavía no has viajado?
-No, tengo qué?
-Si, deberías viajar para poder sentir cómo tu patinete empieza a despegar dejando atrás a tu cobarde e increíblemente ridículo escenario fabricado con diecisiete cucuruchos de helado.
-¿perro estas fumado?
-Sí, me gusta levantarme cada mañana con los pulmones muy bien negros y salir a defecar, dejando rastros marrones y pegajosos de la más original manera posible.
Con razón deliras.
Entonces el pájaro pringado, desenfundó una armónica, comenzando a tocar esa famosa melodía: caballeros del zodiaco.
El tío alimonado empezó a silbar un triste blues el cual le hizo llorar mucho recordando la guardería, y a esas viejas amistades que le habían convertido en un gnomo adicto a los barbitúricos, después de un.