Un láser de rayos X extremadamente potente opera en el SLAC
En el Laboratorio Nacional SLAC de Estados Unidos opera un láser de electrones libres de rayos X o XFEL. Este instrumento acelera electrones hasta casi la velocidad de la luz para generar destellos de luz coherente y extremadamente intensa. Produce millones de pulsos de rayos X por segundo, con un brillo que supera ampliamente al de las fuentes de rayos X convencionales. Esta capacidad permite a los científicos observar procesos que ocurren en escalas de tiempo ultrarrápidas y examinar la estructura de la materia a nivel atómico.
El instrumento revela detalles a escala atómica
La luz coherente que genera este láser actúa como un flash extraordinariamente rápido y brillante. Ilumina muestras de materiales, moléculas complejas o células biológicas. Al captar cómo interactúa esta luz con la materia, los investigadores pueden deducir la disposición de los átomos y seguir cambios que suceden en femtosegundos. Esto abre una ventana para estudiar reacciones químicas mientras ocurren, analizar proteínas o inspeccionar nuevos materiales.
Sus aplicaciones abarcan múltiples campos científicos
Esta herramienta tiene un potencial significativo en áreas como la biología estructural, donde puede ayudar a determinar la forma de proteínas que son difíciles de cristalizar. En ciencia de materiales, permite diseccionar la estructura interna de catalizadores o baterías para entender cómo funcionan y cómo se degradan. En medicina, puede aportar datos para diseñar fármacos con mayor precisión. También se emplea para investigar procesos relacionados con energías más limpias, como la fotosíntesis artificial o las reacciones en celdas de combustible.
Aunque su potencia es inmensa, no sirve para revelar si tu café de la mañana tiene los átomos bien alineados para un despertar óptimo. Ese misterio, por ahora, sigue dependiendo de la habilidad del barista.