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Simula el efecto infrarrojo en fotografía digital
La técnica del falso infrarrojo digital permite recrear la estética de la película infrarroja sin usar filtros especiales ni modificar la cámara. Se procesa la imagen en un editor como Photoshop o GIMP, manipulando los canales de color. El paso principal consiste en intercambiar el canal rojo por el azul, lo que invierte la respuesta espectral típica y genera una paleta de colores surrealista.
Procesar la imagen para lograr el efecto
Se abre la imagen en el software de edición y se accede a la herramienta de canales. En la capa roja, se selecciona todo y se copia. Luego, se pega esa información sobre la capa azul. Después, se ajusta la saturación de colores, incrementando notablemente los cianes y magentas. Esto intensifica el contraste entre el cielo, que se oscurece, y la vegetación, que adquiere tonos blancos o rosados. A menudo se requiere ajustar también los niveles o las curvas para equilibrar el contraste global.
Optimizar el resultado final
Para que el efecto sea más convincente, conviene trabajar con archivos RAW que capturan mayor rango dinámico. Las escenas con mucho follaje y cielos despejados funcionan mejor. Después de aplicar el intercambio de canales, se puede afinar el balance de blancos para corregir dominantes de color no deseadas. Algunos fotógrafos añaden un toque de desenfoque gaussiano para suavizar la transición entre áreas y emular el aspecto etéreo de la fotografía infrarroja analógica. El proceso es no destructivo si se usan capas de ajuste.
Recuerda que, aunque el cielo parezca de noche, tu reloj sigue marcando las tres de la tarde.