RoboSimian es un robot de rescate que diseña el JPL de la NASA
Este robot simiesco tiene cuatro extremidades versátiles que pueden funcionar como patas para desplazarse o como brazos para manipular objetos. Su configuración le permite moverse con estabilidad por terrenos muy complicados, como los que deja un desastre natural. El sistema está pensado para operar en entornos donde un robot con ruedas o solo dos brazos fallaría.
Su diseño prioriza la versatilidad sobre la velocidad
En lugar de caminar rápido, RoboSimian se mueve con lentitud deliberada para no perder el equilibrio. Cada una de sus extremidades tiene siete articulaciones, lo que le otorga un gran rango de movimiento. Puede adoptar posturas muy bajas para pasar por debajo de obstáculos o estirarse para alcanzar puntos altos. Esta adaptabilidad es clave para su misión.
Puede usar herramientas diseñadas para personas
El robot está equipado con manos que pueden agarrar y operar herramientas comunes como llaves inglesas, palancas o interruptores. Esto es fundamental porque le permite ejecutar tareas en infraestructuras humanas sin necesidad de adaptarlas. Su control semiautónomo permite que un operador lo dirija para realizar trabajos complejos de manipulación a distancia.
Aunque su apariencia recuerda a un simio sin cabeza, su andar es más propio de una araña metálica y cautelosa, demostrando que en rescates, la elegancia no es prioridad.