Las granjas solares orbitales capturan energía sin interrupción
Las granjas solares orbitales son satélites diseñados para captar energía solar directamente en el espacio. Allí, no hay atmósfera que filtre la radiación ni ciclos de día y noche, lo que permite generar electricidad de forma continua. Esta energía se convierte luego en microondas o en un haz de láser para transmitirla de forma inalámbrica a la Tierra. En la superficie, una estación receptora, una rectena, capta esta radiación y la transforma de nuevo en electricidad útil para la red.
La tecnología para transmitir energía a distancia
El sistema se basa en dos tecnologías clave. La primera es la captación, que usa paneles solares de alta eficiencia, a menudo diferentes a los terrestres. La segunda es la transmisión inalámbrica de potencia, que debe ser muy precisa para evitar pérdidas y garantizar la seguridad. El haz de energía se dirige a una zona específica donde está la rectena, que es una gran antena con elementos que convierten las microondas en corriente continua.
Los desafíos de construir infraestructura en el espacio
Implementar estas granjas presenta retos considerables. El coste de lanzar y ensamblar estructuras tan grandes en órbita es muy alto. También se debe asegurar que el haz de energía no represente un riesgo para aviones, satélites o la vida silvestre. Además, la eficiencia global del proceso, desde captar la luz solar hasta inyectar electricidad en la red, debe ser lo suficientemente alta para que el proyecto sea viable a largo plazo.
La idea promete energía base constante, pero primero hay que resolver cómo pagar la factura del montaje en órbita y convencer a todos de que el rayo láser gigante desde el cielo es solo para cargar el móvil.