Anbernic RG477V es una consola portátil retro para emular PS2 y Wii U
La nueva consola portátil Anbernic RG477V se presenta como una opción para quien busca emular títulos de PlayStation 2 y Nintendo Wii U sin superar los 200 euros. Su hardware, basado en el procesador MediaTek Dimensity 8300, promete procesar estos sistemas. Se vende en dos versiones: una con 8 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento por unos 169 euros, y otra con 12 GB y 256 GB por aproximadamente 199 euros. Incluye una pantalla IPS de 4.7 pulgadas con tasa de refresco de 120 Hz, joysticks con sensores Hall para evitar el desgaste, una batería de 5000 mAh con carga rápida de 27W, y conectividad WiFi 6E y Bluetooth 5.3. El sistema operativo es Android 14, lo que da acceso a Google Play Store y añade versatilidad.
Su rendimiento depende de cómo optimicen los emuladores
Aunque el hardware es potente, la experiencia final al emular juegos específicos de PS2 y Wii U puede variar. Esto se debe a que el rendimiento no solo depende del chip, sino también de cómo los desarrolladores de software logren optimizar los emuladores para esta plataforma. Por ello, es recomendable que el usuario investigue la compatibilidad de los títulos que desea ejecutar antes de decidirse. El dispositivo pesa 334 gramos y su diseño, aunque portátil, puede resultar robusto para algunas manos durante sesiones de juego prolongadas.
La consola ofrece características técnicas destacadas
Más allá de la emulación, la RG477V incorpora elementos que buscan mejorar la experiencia de uso general. La pantalla a 120 Hz puede hacer que se perciba un movimiento más fluido en juegos y menús que lo soporten. Los joysticks con efecto Hall están pensados para resolver el problema común del drift. La batería de gran capacidad junto a la carga rápida pretenden reducir los tiempos de inactividad. El hecho de usar Android 14 permite instalar aplicaciones y juegos móviles nativos, expandiendo su catálogo más allá del ámbito retro.
Como toda consola que promete emular generaciones complejas, su éxito final no se mide solo en especificaciones de papel, sino en la paciencia del usuario para configurar y en la magia que los desarrolladores de emuladores logren implementar.