Un sensor bioinspirado permite obtener imágenes térmicas en 4K
La visión de las serpientes, que percibe el calor con gran precisión, inspira un nuevo tipo de sensor que supera una limitación histórica. Los sensores térmicos actuales, que detectan radiación infrarroja, suelen producir imágenes con baja resolución. Este avance científico, desarrollado por investigadores de la Universidad de Purdue, emplea un diseño que imita la estructura de los órganos foseta de las serpientes de cascabel. Este enfoque permite fabricar sensores que pueden captar detalles finos en el espectro térmico, algo que hasta ahora resultaba muy complejo y costoso.
El diseño imita los órganos que detectan calor
El sistema se basa en una membrana metálica delgada que absorbe la radiación infrarroja y se expande. Esta expansión se mide con un interferómetro, un instrumento que detecta cambios minúsculos, para generar una señal eléctrica. Al organizar miles de estos elementos microscópicos en una matriz, se forma un sensor plano que no necesita los complejos sistemas de enfriamiento de las cámaras térmicas tradicionales. Esta arquitectura simplifica el proceso de fabricar y escalar el dispositivo hacia resoluciones más altas, como 4K.
Las aplicaciones potenciales abarcan varios campos
Esta tecnología podría integrarse en sistemas de visión nocturna para vehículos autónomos, mejorando su capacidad para ver en la oscuridad o con niebla. En el ámbito médico, facilitaría visualizar patrones de flujo sanguíneo o localizar tumores con mayor claridad. También tiene utilidad en el mantenimiento industrial, donde permite inspeccionar equipos y detectar fugas de calor o fallos eléctricos sin contacto directo. El sensor plano y eficiente abre la puerta a incorporar imágenes térmicas de alta definición en dispositivos más pequeños y accesibles.
Quizá pronto las serpientes puedan demandar por derechos de autor, aunque dudamos que encuentren un abogado especializado en patentes de fosetas termorreceptoras.