El ADN antiguo revela que los gatos se domesticaron en el norte de África
El análisis de ADN antiguo reescribe la historia de la domesticación de los gatos. Los estudios genéticos indican que los gatos domésticos actuales descienden principalmente del gato salvaje africano, que se domesticó en el Creciente Fértil y, de forma crucial, en el norte de África. Este proceso comenzó hace unos 10.000 años, cuando las sociedades agrícolas asentadas atrajeron a estos felinos para que controlaran las plagas de roedores en sus graneros. La relación fue mutuamente beneficiosa y marcó el inicio de una larga convivencia.
Los gatos domésticos tardaron milenios en llegar a Europa
A pesar de su temprana domesticación en Oriente Próximo y África, los gatos no se expandieron rápidamente por Europa. La evidencia genética muestra que su dispersión hacia el continente europeo fue un proceso lento. Solo alcanzaron una presencia significativa en Europa hace aproximadamente 2.000 años, mucho después de su domesticación inicial. Esta migración tardía probablemente se vinculó con el aumento del comercio marítimo en el Mediterráneo, donde los gatos viajaban en barcos para proteger las provisiones de los ratones.
La genética desvela las rutas de dispersión felina
Los científicos analizan el ADN de restos felinos antiguos hallados en yacimientos arqueológicos de Europa, África y Asia. Al comparar estas secuencias genéticas, pueden rastrear los linajes y las rutas de migración. Los datos confirman que los gatos del norte de África contribuyeron de forma sustancial al acervo genético de los gatos que finalmente poblaron Europa. Este flujo genético reescribe la narrativa anterior, que situaba el origen único de la domesticación en el Creciente Fértil, y subraya el papel clave del norte de África.
Parece que los gatos, siempre independientes, decidieron tomarse su tiempo para conquistar Europa, quizás esperando a que los romanos construyeran calefacción en las villas.