El negocio de TSMC genera gran rentabilidad pese a sus enormes costes
La escala del negocio de la taiwanesa TSMC implica que necesita invertir capital de forma masiva, pero su actividad de fabricar chips por contrato para otras empresas le reporta una buena rentabilidad. Este modelo, conocido como foundry, se centra en procesadores lógicos y de computación de alto rendimiento. Por el contrario, el mercado de la memoria, dominado por empresas como Samsung y SK Hynix, ha funcionado históricamente con ciclos muy marcados. Estos ciclos suelen incluir fases largas donde los fabricantes operan con pérdidas debido a la sobrecapacidad y la intensa competencia por precios.
La memoria se vuelve más rentable que la fundición en un trimestre
La dinámica cíclica del sector de la memoria cambió en el último trimestre del año. Un aumento sostenido en los precios de los chips DRAM y NAND Flash hizo que este negocio se volviera más rentable, por un periodo, que el de la fundición de semiconductores que lidera TSMC. Este giro muestra la volatilidad inherente a los mercados de componentes electrónicos, donde los equilibrios entre oferta y demanda pueden alterar rápidamente los márgenes de beneficio de los distintos segmentos.
Los altos costes de TSMC contrastan con la ciclicidad de la memoria
Mientras TSMC debe afrontar el desembolso constante de decenas de miles de millones de dólares para construir y equipar sus fábricas de última generación, los fabricantes de memoria ajustan su producción para influir en los precios. La reciente subida de estos demuestra cómo un ajuste en la oferta, junto a una demanda estable, puede mejorar los resultados financieros de forma notable en poco tiempo. Así, un segmento tradicionalmente menos estable logró superar en rentabilidad al más predecible negocio de las foundries.
Parece que, por una vez, fabricar donde todos guardan los datos dio más beneficios que fabricar donde todos piensan.