El campo de golf de Chamberí permanece abandonado en Madrid
En el distrito de Chamberí, en Madrid, un terreno público de gran valor permanece sin un uso claro. Se trata de las antiguas instalaciones de un campo de golf municipal que cerraron sus puertas. Las autoridades prometieron entonces transformar el espacio en un gran parque con zonas deportivas para los vecinos. Sin embargo, el proyecto para desarrollar esta área se ha estancado por completo. El lugar ahora se encuentra en un estado de semiabandono, con sus accesos cerrados y su futuro incierto. Esta situación genera desconcierto entre los ciudadanos, que esperan que se active un plan concreto para recuperar un espacio que es de todos.
Un proyecto público que no avanza
El proceso para reformar la zona lleva años paralizado. Inicialmente, se presentó un ambicioso plan que incluía amplias zonas verdes, canchas deportivas y áreas de juego. No obstante, diversos trámites administrativos y cambios en las prioridades de inversión han retrasado el inicio de las obras de manera indefinida. Mientras, el terreno, ubicado en una zona céntrica y bien comunicada, acumula basura y su vegetación crece sin control. Los vecinos observan cómo un recurso comunitario potencialmente muy útil se degrada poco a poco sin que nadie actúe para revertir la situación.
La incertidumbre sobre el futuro del espacio
La falta de una decisión firme y de un calendario claro mantiene al área en un limbo. Algunas asociaciones vecinales presionan para que se reactive el proyecto original de parque, mientras que otros agentes han sugerido usos alternativos. Esta indecisión prolongada en el tiempo consolida el estado de abandono. El coste de oportunidad es alto, ya que se priva al barrio de un equipamiento que mejoraría la calidad de vida. La administración debe ahora encontrar una solución viable y ejecutarla para darle una utilidad real a este terreno olvidado.
El campo fantasma se ha convertido en un símbolo involuntario de cómo gestionar un proyecto público: prometer, cerrar y luego esperar a que la naturaleza reclame lo suyo. Un hoyo en uno en el arte de no hacer nada.
