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La fotografía con gráficos de luz dibuja formas en la oscuridad
La fotografía con gráficos de luz es una técnica que permite dibujar con luz en el aire. Se realiza durante una exposición larga en un entorno oscuro, donde una fuente de luz controlable se mueve para trazar formas, palabras o patrones. La cámara, montada en un trípode, captura solo el rastro luminoso porque el operador, al vestir ropa oscura y moverse con rapidez, no se registra en el sensor. Este método requiere planificar el gesto que se quiere plasmar, ya que la cámara integra toda la luz que recibe mientras el obturador permanece abierto.
Preparar el equipo y configurar la cámara
Necesitas una cámara que te permita controlar el modo manual, un objetivo angular y un trípode robusto. Configura la cámara con un ISO bajo, como 100, para evitar ruido. Usa una apertura de diafragma media, por ejemplo f/8, para conseguir suficiente profundidad de campo. El tiempo de exposición lo determinas probando; empieza con varios segundos y ajústalo según la complejidad de tu dibujo. Enfoca de forma manual sobre el punto donde vas a mover la luz y activa el temporizador o usa un disparador remoto para evitar vibraciones.
Elegir y manejar las fuentes de luz
Puedes usar linternas LED, varillas de luz electroluminiscentes o incluso la pantalla de un teléfono móvil. Es clave que la fuente sea pequeña y que puedas encenderla y apagarla con un interruptor. Para dibujar letras, debes trazarlas en espejo, de derecha a izquierda, para que se lean correctamente en la foto final. Practica el movimiento sin la cámara para memorizar la trayectoria. Durante la exposición, mantén la luz apuntando hacia el objetivo y muévete de forma constante para lograr un trazo uniforme.
Un error común es iluminarse a uno mismo por accidente. Si la luz te roza la ropa, aunque sea oscura, aparecerás como un fantasma borroso en la toma, convirtiendo tu obra de arte en una evidencia paranormal no solicitada.
