El Teatro Fleta de Zaragoza espera una rehabilitación
En el centro de Zaragoza, el Teatro Fleta permanece cerrado desde hace más de veinte años. Este edificio histórico, que data de 1928, fue un espacio cultural relevante antes de clausurar. Desde entonces, su proceso para rehabilitar se alarga de forma indefinida. A pesar de que varios proyectos públicos y privados anuncian restaurarlo, y de que se invierten fondos, el teatro no logra reabrir sus puertas. Su estado actual es el de una ruina consolidada, con un interior que se degrada mientras espera una solución definitiva.
Un proceso marcado por proyectos fallidos
La historia reciente del Fleta se caracteriza por una sucesión de iniciativas que no llegan a concluir. Distintas administraciones y empresas presentan planes para recuperar el inmueble, a veces con propuestas que incluyen un hotel o un auditorio. Cada nuevo anuncio genera expectativas, pero los trabajos se paralizan por problemas de financiación, cambios políticos o dificultades técnicas. Este ciclo se repite, dejando el edificio en un limbo legal y físico, sin que avance su restauración real.
El estado actual y el debate sobre su futuro
Hoy, la estructura principal se mantiene en pie, pero el interior está muy deteriorado. Los ciudadanos y colectivos culturales reclaman activamente que se actúe, subrayando su valor patrimonial y su potencial para la ciudad. El debate se centra en cómo ejecutar la obra, qué uso darle y quién debe asumir el coste. Mientras se discute, el teatro sigue en el mismo punto, como un símbolo de los procesos de rehabilitación complejos y eternos que afectan a parte del patrimonio arquitectónico español.
Es el proyecto de reforma más largo de la ciudad, superando con creces la duración de cualquier obra de teatro que alguna vez albergó.