La huella digital del mecanizado identifica armas fantasma
La investigación forense de armas de fuego sin número de serie, conocidas como armas fantasma, avanza con técnicas de metrología 3D. Cuando se recupera una de estas armas, el desafío es rastrear su origen. La solución reside en las marcas microscópicas que la herramienta de corte deja sobre el metal durante su fabricación en una fresadora CNC. Cada máquina, e incluso cada herramienta usada, puede imprimir un patrón de estrías y microimperfecciones único. Este patrón actúa como una huella digital del mecanizado, una firma inherente al proceso de fabricación que es posible extraer y analizar.
El escaneo 3D captura la superficie a nivel micrométrico
Para registrar esta huella, se emplea un escáner 3D de alta resolución, como los sistemas GOM ATOS o Creaform MetraSCAN. Estos dispositivos proyectan franjas de luz sobre la superficie crítica del arma, usualmente el bloque de culata o el carro del cerrojo, y capturan su geometría con una precisión micrométrica. El resultado es una nube de puntos densa que forma un modelo digital tridimensional exacto. Este modelo no solo reproduce la forma, sino que también codifica la textura superficial dejada por la fresadora, incluyendo las direcciones de las estrías, su profundidad y las marcas de vibración de la herramienta.
El software especializado compara y vincula las huellas
El modelo 3D se procesa con software de metrología como GOM Inspect. Aquí, el experto aísla y analiza las zonas de interés, midiendo los parámetros del mecanizado. La innovación clave es adaptar el principio de la comparación balística, pero aplicado a las marcas de fabricación en lugar de las de disparo. Se crea una base de datos con las huellas digitales de mecanizado de armas previamente incautadas y de máquinas CNC intervenidas. Al comparar el patrón del arma fantasma con esta base, se puede vincular estadísticamente a un taller ilegal específico, o incluso a un lote de producción, proporcionando una línea de investigación forense sólida.
La ironía reside en que la misma tecnología CNC que permite fabricar armas de forma anónima es la que, al dejar su firma inadvertida, provee la clave para desmantelar estas operaciones. La máquina que pretende no dejar rastro, en realidad, firma cada pieza que produce.
