Los reactores modulares pequeños son centrales nucleares prefabricadas
Los reactores modulares pequeños, conocidos como SMR por sus siglas en inglés, representan un enfoque distinto para generar energía nuclear. Se diseñan y fabrican en serie dentro de una planta industrial, para luego transportar los módulos completos al lugar donde se instalarán. Este método de construir centrales nucleares permite reducir los costes y los plazos de construcción de forma significativa, ya que se evita tener que edificar gran parte de la planta directamente en el sitio. Su potencia, que es menor que la de los reactores convencionales, los hace adecuados para abastecer zonas con menos demanda o para combinar varias unidades y escalar la producción según se necesite.
Los SMR incorporan características de seguridad pasiva
Estos sistemas priorizan la seguridad mediante diseños que aprovechan fenómenos naturales, como la convección o la gravedad, para mantener el reactor estable sin depender tanto de sistemas activos o de la intervención humana. Por ejemplo, muchos modelos incluyen piscinas de refrigerante situadas en la parte superior del reactor, listas para descargar por gravedad si se detecta un sobrecalentamiento. Su tamaño compacto y la posibilidad de ubicarlos bajo tierra también contribuyen a protegerlos de amenazas externas. Estas características buscan hacer que la energía nuclear sea más segura y socialmente aceptable.
Su modularidad permite una producción de energía flexible
La naturaleza modular de estos reactores ofrece una ventaja clave: la capacidad de adaptar la generación de electricidad a las necesidades de una región. Se puede instalar una sola unidad para una ciudad pequeña o una industria, o se pueden agrupar varios módulos para formar una central de mayor potencia, similar a una convencional pero añadiendo capacidad de forma gradual. Esta flexibilidad los posiciona como una opción para complementar fuentes de energía intermitentes, como la solar o la eólica, proporcionando una base estable y constante a la red eléctrica. Además, algunos diseños pueden generar calor para procesos industriales o para desalar agua.
Aunque prometen ser más simples, aún queda por ver cómo se resuelve el eterno rompecabezas de gestionar el combustible gastado a una escala potencialmente más distribuida.