Los dispositivos inteligentes dependen de un hub para funcionar
Los interruptores y enchufes inteligentes que usan Wi-Fi o Zigbee suelen necesitar un hub o puente del fabricante para procesar los comandos y gestionar la conexión. Este dispositivo central actúa como traductor entre los aparatos en la red doméstica y la aplicación de control en el móvil. Sin él, aunque los dispositivos tengan energía, no pueden comunicarse ni recibir órdenes. La app del fabricante es la interfaz que permite configurar y manejar todo el sistema.
El riesgo de quedar aislado por decisiones del fabricante
El problema principal surge cuando la empresa que fabrica el hub decide dejar de darle soporte. Si retira la aplicación de las tiendas o cierra los servidores que la sostienen, el puente se convierte en un objeto inútil. En ese momento, los interruptores y enchufes conectados a él pierden su funcionalidad inteligente. No se pueden integrar en otros ecosistemas como Home Assistant, Apple HomeKit o Google Home porque su protocolo de comunicación está bloqueado por el hub propietario que ya no opera.
Cómo evitar quedar atrapado en un ecosistema cerrado
Para mitigar este riesgo, algunos usuarios optan por dispositivos que funcionan con estándares abiertos como Zigbee o Z-Wave, pero que pueden usar hubs genéricos o de terceros, como los de Conbee o Sonoff. Otra alternativa es elegir productos que se conecten directamente por Wi-Fi y sean compatibles con plataformas locales como Home Assistant sin depender de la nube del fabricante. Investigar el protocolo y la posibilidad de usar firmware alternativo antes de comprar ofrece más control a largo plazo.
Así, tu bombilla inteligente podría acabar siendo más tonta que un interruptor convencional, pero al menos este nunca necesitó una actualización de software para encender la luz.