1 Archivos adjunto(s)
El tramado cruzado digital define formas y valores tonales
El tramado cruzado digital es una técnica que se usa para dibujar. Se basa en crear formas y valores tonales. Para ello, se usan múltiples series de líneas paralelas. Estas líneas se superponen y se cruzan entre sí en diferentes ángulos. La densidad de las líneas y el ángulo en que se cruzan determinan qué tan oscura se ve un área y qué textura tiene. Esta técnica simula el efecto del tramado cruzado tradicional, pero se ejecuta con herramientas digitales como pinceles personalizados o procedimientos algorítmicos. El artista controla manualmente la dirección, el espaciado y el grosor de cada conjunto de líneas para modelar volúmenes y sombras.
Se implementa con capas y pinceles personalizados
Para implementar esta técnica, se suele trabajar por capas en software de dibujo. Muchos artistas crean o descargan pinceles personalizados que generan líneas paralelas de forma rápida y uniforme. Primero, se define la dirección de la luz para planear las zonas de sombra. Luego, se aplica una primera serie de líneas paralelas en una dirección, por ejemplo, de 45 grados. Sobre esta base, se añaden nuevas capas con líneas en ángulos diferentes, como 90 o 135 grados, para oscurecer las áreas más profundas. La superposición de estas redes de líneas crea una malla que sugiere volumen y densidad. Controlar la opacidad de cada capa permite ajustar el contraste final con precisión.
Su resultado es una textura orgánica y controlada
El resultado visual es una textura orgánica que recuerda a los grabados clásicos o a los dibujos a tinta, pero con el control absoluto que da el medio digital. La técnica permite lograr degradados suaves y transiciones tonales complejas mediante la variación metódica del espaciado entre líneas. A diferencia de un sombreado uniforme o un difuminado, el tramado cruzado añade una cualidad táctil y rítmica a la imagen. Esta textura puede sugerir diferentes materiales, desde la rugosidad de una tela hasta la suavidad de la piel, dependiendo de cómo se organicen las líneas. Es un método que requiere paciencia y planificación, pero otorga un carácter distintivo y artesanal a la obra digital.
Un detalle irónico es que, tras horas de cruzar líneas con precisión milimétrica, tu mano en el mundo real puede parecer que sufrió un ataque de garabatos nerviosos.
