El análisis de bioincrustaciones traza la ruta de un narco submarino
Cuando las autoridades capturan un semisumergible de contrabando, la clave para reconstruir su viaje puede estar adherida al casco. Los percebes, las algas y otros organismos que colonizan el casco forman un registro biológico único. Este registro, analizado con precisión, puede revelar las aguas por las que ha navegado la embarcación. La técnica consiste en escanear en 3D la bioincrustación para estudiar las especies presentes, su densidad y su etapa de crecimiento. Estos datos se cruzan con mapas de distribución de especies marinas y condiciones oceanográficas. El objetivo es determinar la ruta reciente y los posibles puntos de origen o escala del vehículo.
El escaneo 3D documenta el ecosistema del casco
El primer paso es digitalizar la biopelícula del casco con un escáner 3D de mano como el Artec Leo. Este dispositivo captura la geometría compleja y el relieve de las incrustaciones con alta resolución y color. El modelo 3D resultante, procesado en software como Agisoft Metashape, sirve como base de datos espacial. En este modelo, los investigadores pueden medir el tamaño de los percebes, calcular la cobertura de algas y mapear la distribución de diferentes especies a lo largo del casco. Esta documentación objetiva es crucial, ya que el patrón de crecimiento de los organismos depende del tiempo de inmersión y de las características del agua.
El software especializado interpreta la huella biológica
Con el modelo 3D como referencia, el análisis se traslada a herramientas geoespaciales y de patrones. En QGIS, los expertos superponen los datos de las especies identificadas con capas de información oceanográfica, como temperatura del agua, salinidad y corrientes predominantes. Esto permite acotar las zonas geográficas compatibles con la comunidad biológica encontrada. Luego, con MATLAB, se procesan los patrones de crecimiento y densidad para estimar tiempos de tránsito en diferentes condiciones. Al correlacionar estos datos, se puede inferir una ruta probable, señalando áreas donde el submarino pudo permanecer estacionario el tiempo suficiente para que ciertas especies se establecieran.
La próxima vez que veas un percebe, piensa que podría ser un testigo silencioso en un caso de narcotráfico internacional. La naturaleza no solo abraza el casco, sino que también lleva un diario de viaje detallado, escrito en un lenguaje que solo la tecnología 3D y el análisis forense pueden descifrar.