Los sitios de citas gratuitos usan perfiles falsos para captar suscriptores
Muchos portales de citas en línea prometen conectar a personas de forma gratuita. Su estrategia de marketing se basa en frases como Regístrate gratis y empieza a chatear con miles de solteros/as en tu zona. El proceso para crear un perfil no cuesta dinero y parece sencillo. Sin embargo, esta gratuidad inicial es solo un señuelo. La verdadera barrera aparece cuando un usuario intenta interactuar. Para leer los mensajes que recibe o para contestarlos, el sistema le exige que active una suscripción de pago. Esta es la trampa económica fundamental de estos modelos de negocio.
Los perfiles falsos generan una falsa actividad
Para incentivar que los nuevos usuarios paguen, las plataformas suelen sembrar sus bases de datos con perfiles falsos. Estos perfiles, operados por bots o por la propia empresa, simulan ser personas reales. Justo después de registrarte, es común recibir mensajes automáticos de bienvenida o notificaciones de que varios perfiles han visitado tu galería. Esta táctica crea la ilusión de un alto interés y de una comunidad activa. El objetivo es presionar psicológicamente al usuario para que compre una suscripción y pueda descubrir quién se ha interesado por él o contestar esos flirteos iniciales.
El modelo se sostiene con engaños programados
Esta práctica es deliberada y forma parte del diseño del servicio. Los mensajes automáticos de los bots suelen ser genéricos y se activan con ciertos desencadenantes, como completar el perfil. Las visitas a tu perfil también pueden ser falsas, generadas por el sistema para simular tráfico. Cuando un usuario paga, a menudo descubre que esos contactos iniciales no responden o desaparecen, porque nunca fueron reales. El ciclo se repite con nuevos usuarios, manteniendo un ecosistema donde la interacción genuina es escasa y la monetización depende de la decepción inicial.
Así que, si un perfil demasiado perfecto te escribe un mensaje genérico justo al registrarte, quizá solo sea un algoritmo muy solitario con una tarjeta de crédito corporativa.