China mejora litógrafos DUV antiguos para sortear las restricciones de exportación
La industria china de semiconductores encuentra una vía para avanzar pese a los controles de exportación occidentales. En lugar de depender de equipos de última generación, que están sujetos a veto, las empresas locales como SMIC optimizan máquinas de litografía DUV más antiguas de ASML. Estas herramientas, aunque no son las más avanzadas, aún se pueden comprar y usar legalmente. Los ingenieros las modifican para que produzcan chips más complejos de lo que originalmente se diseñaron, lo que revela un vacío en las normas actuales. Este enfoque permite a China progresar en tecnología clave sin violar abiertamente las sanciones, demostrando cómo la innovación puede sortear barreras políticas.
El método técnico detrás de la mejora
El proceso se centra en máquinas de litografía por inmersión DUV, que usan luz ultravioleta profunda. Los técnicos aplican técnicas como el múltiple patterning, que expone el mismo wafer de silicio varias veces con máscaras ligeramente diferentes. Esto logra crear circuitos más finos, acercándose a los nodos de 7 nanómetros. Combinan este método con mejoras en los materiales fotosensibles y un software de control más preciso. El resultado es una capacidad de fabricación muy superior a la especificación original del equipo, aunque con un coste mayor en tiempo y complejidad del proceso.
Las implicaciones para el control tecnológico
Esta estrategia subraya la dificultad de frenar el desarrollo tecnológico con controles de exportación rígidos. Las normas occidentales se enfocan en prohibir la venta de la tecnología de vanguardia, como las máquinas EUV. Sin embargo, no pueden impedir que un país con capacidad ingenieril extraiga más rendimiento de herramientas legadas. Esto crea un desafío para los reguladores, que deben decidir si ampliar las restricciones a equipos más antiguos, lo que podría afectar a la cadena de suministro global. Mientras, China sigue reduciendo su dependencia en un contexto de rivalidad tecnológica.
Parece que en la carrera por los chips, a veces dar una segunda vida a la tecnología vieja es más efectivo que esperar por la nueva que nunca llega.