La tecnología cuántica se integrará en la vida diaria en una década
La Escuela Politécnica Federal de Zúrich comunica que la tecnología cuántica dejará de ser un campo experimental para convertirse en una parte habitual de nuestra vida cotidiana dentro de diez años. Los investigadores predicen que los ordenadores cuánticos, los sensores y las redes de comunicación cuántica empezarán a resolver problemas prácticos que hoy son inabordables para la tecnología clásica. Este avance no se limitará a laboratorios, sino que influirá en sectores como la medicina, las finanzas y la logística.
Los ordenadores cuánticos procesarán datos de forma radicalmente distinta
A diferencia de los ordenadores tradicionales, que usan bits que son ceros o unos, los ordenadores cuánticos emplean qubits. Estos qubits pueden existir en una superposición de estados, lo que les permite realizar muchos cálculos en paralelo. Esto significa que podrán simular moléculas complejas para diseñar nuevos fármacos, optimizar sistemas de tráfico en ciudades enteras o descifrar códigos de seguridad de una forma que hoy es imposible. La ETH Zúrich destaca que el reto principal ya no es demostrar el principio, sino construir sistemas estables y escalables.
La comunicación y la medición ganarán una precisión sin precedentes
Más allá de la computación, la tecnología cuántica transformará cómo nos comunicamos y medimos el mundo. Las redes cuánticas permitirán transmitir información con una seguridad inherente, basada en las leyes de la física. Los sensores cuánticos, por su parte, podrán detectar campos magnéticos extremadamente débiles, como los que genera la actividad neuronal, o realizar mediciones gravitacionales con una exactitud que revolucionará la geología y la navegación. Estas herramientas saldrán de los entornos controlados para usarse en hospitales o en dispositivos de navegación.
Parece que, en un futuro no tan lejano, la frase mi ordenador tiene un problema cuántico podría significar que está en dos estados a la vez: apagado y encendido, sin que nadie pueda reiniciarlo hasta que se observe.