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¿Qué hubiese echo Confucio con la falta de cohesión social y la toxicidad?
Imaginemos que Confucio, el antiguo filósofo chino, se enfrenta hoy al problema de la pérdida de cohesión social y la toxicidad en internet. Su respuesta no sería prohibir o censurar, sino educar y ordenar. Según su pensamiento, la solución actual pasaría por desarrollar un Protocolo de Armonía Social para las plataformas digitales. Este sistema buscaría restaurar el Li, el concepto de propiedad y ritual que ordena las relaciones humanas, en el caótico espacio virtual.
Una IA que mide la benevolencia y la propiedad
El núcleo del protocolo sería una inteligencia artificial que analiza los comentarios y las interacciones. No se limitaría a detectar insultos, sino que evaluaría el discurso basándose en principios confucianos clave: el respeto Jing, la piedad filial Xiao y la propiedad Li. La IA puntuaría a cada usuario con un índice de benevolencia Ren, que reflejaría su capacidad para interactuar con humanidad y consideración hacia los demás. Este índice no sería estático, podría subir o bajar según el comportamiento.
La meritocracia moral en el feed digital
El sistema implementaría una meritocracia moral. Los contenidos de los usuarios con un índice Ren alto ganarían más visibilidad en los feeds, mientras que los de aquellos con un índice bajo quedarían relegados. La idea no es silenciar, sino incentivar un discurso constructivo y respetuoso. Así, se crearía un círculo virtuoso donde comportarse con propiedad y benevolencia reportaría un beneficio tangible: ser escuchado. El objetivo final es que la comunidad se autorregule aspirando a una armonía digital, donde cada uno conoce su lugar y sus responsabilidades para con el grupo.
Claro, algunos usuarios podrían intentar engañar al sistema con comentarios vacíos pero amables, como su sabiduría ilumina mi humilde feed, honorable vecino digital, solo para subir su índice. Pero la IA confuciana, se supone, sabría distinguir la verdadera virtud de la simulación oportunista.
