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Capturar el momento decisivo con un teléfono móvil
La fotografía del momento decisivo, concepto que Henri Cartier-Bresson desarrolló, consiste en percibir y congelar la fracción de segundo en que la escena alcanza su equilibrio visual y narrativo máximo. El móvil, por su tamaño reducido y discreción, se convierte en la herramienta ideal para practicar esta disciplina en la calle sin alterar el flujo espontáneo de la vida. Permite reaccionar con rapidez y mantener un perfil bajo, elementos clave para fotografiar instantes auténticos donde la geometría, la emoción y la historia confluyen.
Anticipar la composición antes de que suceda
El fotógrafo no espera pasivamente, sino que lee el entorno y predice la acción. Se observan los fondos, las líneas arquitectónicas y las zonas de luz y sombra, componiendo mentalmente el encuadre. Luego, se enfoca y expone para un punto concreto, a la espera de que los sujetos entren en él. La clave reside en tener el teléfono listo, con la pantalla desbloqueada y la aplicación de cámara accesible al instante. Se prioriza disparar en formato RAW si el software lo permite, para conservar el máximo detalle en las sombras y las luces.
La técnica requiere paciencia y estar preparado
Se configura el móvil para obtener el mayor control: se bloquea la exposición y el enfoque al presionar prolongadamente la pantalla, se desactiva el flash y se usa el modo de ráfaga discreta para capturar una secuencia del instante clave. Se recomienda usar el objetivo gran angular principal para tener un campo de visión amplio y no recortar el momento por un zoom digital. La discreción es fundamental; se evita levantar el teléfono de manera brusca y se procura integrarse en el ambiente para no influir en lo que se fotografía.
El verdadero desafío no es pulsar el botón, sino aprender a ver. A veces se pasan minutos inmóvil, con el brazo entumecido, esperando que una persona cruce exactamente por el rayo de sol que ilumina la pared, solo para que un autobús se interponga en el último segundo.
