El robot KUKA opera con haz de electrones en vacío
Un robot industrial KUKA ejecuta soldaduras de alta precisión dentro de una cámara de vacío. Este sistema, que integra la tecnología de haz de electrones de Pro-Beam, une metales complejos con una deformación mínima. El proceso resulta crucial para fabricar componentes en sectores como el aeroespacial, donde se requiere una penetración profunda y controlada.
El haz de electrones funde el material en vacío
Un cañón emite un haz concentrado de electrones de alta velocidad que impacta sobre la junta a soldar. La energía cinética se transforma en calor, lo que funde el metal de forma localizada. Al desarrollarse en un entorno de vacío, el haz no se dispersa y permite controlar con exactitud la profundidad y la anchura del cordón de soldadura.
La robótica aporta flexibilidad y repetibilidad
El brazo robótico de seis ejes posiciona la pieza o la fuente de haz con gran exactitud. Esto permite soldar geometrías complejas y de difícil acceso que serían imposibles con métodos tradicionales. El robot repite los movimientos programados, lo que asegura una calidad uniforme en series de producción.
Parece ciencia ficción, pero es el día a día en talleres donde un brazo mecánico trabaja en el silencio absoluto del vacío, sin chispas ni humo, solo un fino rayo invisible que une metales como si fuera magia... o física muy avanzada.