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Evitar el falso bold y el falso italic tipográfico
Cuando una fuente carece de una variante genuina en negrita o cursiva, el software de diseño puede simular estos estilos. Esto genera un falso bold o un falso italic. El programa simplemente engrosa los trazos o inclina los glifos de forma artificial. El resultado son caracteres deformados, con un peso visual inconsistente y una apariencia poco refinada. Esta práctica denota un descuido en la elección tipográfica y perjudica la legibilidad del texto.
Cómo identificar y solucionar este problema
Para detectar un falso estilo, revisa la lista de fuentes disponibles en tu software. Si solo aparece un nombre de familia, como Helvética, y al aplicar negrita o cursiva el nombre no cambia a Helvética Bold o Helvetica Italic, es probable que el software esté falsificando el estilo. La solución es usar una familia tipográfica completa que incluya estas variantes de forma nativa. Selecciona manualmente el archivo de la fuente bold o italic verdadera desde el menú desplegable.
El impacto en la calidad del diseño
Usar variantes tipográficas falsas afecta la estética y la comunicación. Los caracteres pierden la armonía y el equilibrio que un tipógrafo diseña con cuidado. El texto se ve forzado y poco profesional. En proyectos impresos o en pantallas de alta resolución, estos defectos se notan más. Priorizar fuentes con familias extensas garantiza coherencia visual y transmite una imagen de atención al detalle.
Es el equivalente tipográfico a estirar una imagen hasta que se ven los píxeles: todos ven que algo falla, pero no todos saben nombrar el desastre.