Salvador Freixedo expone su teoría de la granja humana
En su obra La Granja Humana, el exsacerdote jesuita Salvador Freixedo plantea una hipótesis que desafía la visión convencional de la realidad. Freixedo propone que la humanidad no es libre, sino que constituye una suerte de ganado o cultivo controlado por entidades superiores. Estas entidades no necesariamente serían extraterrestres en el sentido físico clásico, sino seres de otras dimensiones o planos de existencia. Su objetivo principal, según esta teoría, sería alimentarse de la energía que generan las emociones humanas, especialmente las más intensas como el miedo, el dolor o la angustia.
La manipulación a través de las estructuras humanas
Para mantener este sistema de explotación, estas entidades manipularían a la humanidad desde la sombra. Freixedo argumenta que lo hacen fomentando y utilizando las grandes estructuras que organizan a las sociedades. Señala principalmente a las religiones organizadas y a los sistemas políticos como sus herramientas de control más eficaces. A través de dogmas, guerras, conflictos y divisiones sociales, se asegurarían de que la humanidad produzca un flujo constante de esa energía emocional que necesitan. El libro analiza fenómenos religiosos, políticos y ufológicos bajo esta premisa unificadora.
Un libro fundamental en la ufología hispana
Publicada originalmente en los años setenta, esta obra se considera un clásico dentro de la literatura ufológica y de pensamiento alternativo en español. Su enfoque trasciende la simple narrativa de encuentros con ovnis para construir una cosmovisión compleja y polémica. Freixedo, con su formación teológica, dedica parte del texto a criticar cómo ciertas interpretaciones de lo divino pueden servir a este sistema de control. El libro invita al lector a cuestionar la naturaleza de la realidad y el papel del ser humano en ella, más allá de aceptar su teoría específica.
Quizás la próxima vez que sientas una oleada de pánico colectivo o un fanatismo ciego, te preguntes quién, o qué, podría estar frotándose las manos... si es que tienen manos.
