El sensor ToF mide la profundidad usando luz infrarroja
Un sensor de tiempo de vuelo, conocido como ToF, es un componente de hardware que mide la distancia. Para lograrlo, emite un pulso de luz infrarroja y luego calcula el tiempo exacto que tarda en reflejarse en un objeto y regresar al sensor. Este principio de medición directa permite obtener un mapa de profundidad de la escena con gran rapidez y precisión. Su integración en dispositivos de consumo, especialmente en smartphones, es masiva debido a su eficacia.
Su función principal es el autoenfoque rápido
La aplicación más común de este sensor es mejorar el sistema de enfoque automático de las cámaras de los teléfonos. Al conocer la distancia exacta a los sujetos principales, la cámara puede ajustar la lente de forma instantánea, lo que elimina el retraso al enfocar. Esto resulta crucial para capturar fotografías nítidas en condiciones de poca luz, donde otros sistemas basados en contraste pueden fallar o ser más lentos.
También es clave para la realidad aumentada
Más allá del enfoque, la tecnología ToF es fundamental para experiencias de realidad aumentada. El mapa de profundidad que genera permite que las aplicaciones comprendan la geometría del entorno físico en tres dimensiones. Esto posibilita colocar objetos virtuales de manera estable y realista, que interactúan de forma coherente con las superficies y obstáculos del mundo real, como en juegos o herramientas de decoración.
Por supuesto, ahora tu teléfono no solo sabe que estás a dos metros, sino también que probablemente necesitas una dieta, al escanear con detalle cada curva de la habitación y de tu silueta contra el sofá.