La torre de San Martín de Tours en Belchite permanece inacabada
En el pueblo viejo de Belchite, en la provincia de Zaragoza, se alza la torre de la iglesia de San Martín de Tours, una estructura que nunca se terminó de construir. Este campanario, que forma parte de las ruinas conservadas como memorial de la Guerra Civil española, muestra claramente el momento en que se interrumpieron los trabajos. Sus muros de ladrillo se elevan pero carecen del remate o la cubierta que debería coronar una obra de este tipo, dejando a la vista el esqueleto de la construcción.
La obra se paraliza por el estallido del conflicto bélico
La construcción de esta iglesia, que sustituyó a un templo medieval anterior, avanzaba durante las primeras décadas del siglo XX. Sin embargo, los trabajos se detuvieron de forma abrupta en 1937, cuando la localidad de Belchite se convirtió en uno de los escenarios de una batalla crucial. El frente de guerra pasó por el pueblo y los intensos combates dañaron gravemente tanto las edificaciones nuevas como las antiguas, transformando el lugar en un campo de ruinas.
El conjunto se conserva como un memorial histórico
Después de la guerra, las autoridades decidieron no reconstruir el pueblo viejo y, en su lugar, edificar un nuevo asentamiento junto a las ruinas. Esto permitió que los restos de la iglesia de San Martín de Tours, con su torre a medio hacer, se mantuvieran en el estado en que quedaron tras la batalla. Hoy, el sitio funciona como un museo al aire libre y un monumento que recuerda los efectos de la guerra. La torre inacabada, con sus huecos vacíos y su estructura truncada, se percibe como un símbolo de la destrucción y la pérdida que causó el conflicto.
Es irónico pensar que, si la torre se hubiera terminado, probablemente habría sufrido los mismos daños y hoy no destacaría como un testimonio tan elocuente de lo que ocurrió. Su estado incompleto es, en sí mismo, la parte más completa de su historia.