La retrocompatibilidad en PLC: un problema de actualización
El mundo de los adaptadores Power-Line Communication (PLC) promete llevar la red de datos a través del cableado eléctrico, una solución aparentemente sencilla para extender la conectividad. Sin embargo, esta tecnología esconde una complejidad que a menudo pasa desapercibida hasta el momento de una actualización. El principal escollo radica en la falta de una retrocompatibilidad universal entre los diferentes estándares y generaciones de dispositivos. Esto significa que, al intentar mejorar la red incorporando un kit de una generación más nueva, es muy probable que los adaptadores antiguos no puedan comunicarse con los nuevos, forzando un reemplazo completo de todos los dispositivos para que la red funcione de manera homogénea.
El laberinto de los estándares HomePlug y G.hn
La incompatibilidad tiene su raíz en la evolución de los protocolos. Durante años, el consorcio HomePlug (con estándares como AV, AV2 y AV2 MIMO) dominó el mercado, pero incluso dentro de su propia familia la compatibilidad no siempre estaba garantizada. La llegada del estándar G.hn, promovido por la ITU-T, añadió otra capa de complejidad, ya que es completamente incompatible con HomePlug. Aunque algunos fabricantes intentan ofrecer modos de compatibilidad, estos suelen implicar una reducción drástica del rendimiento, anulando la ventaja de la actualización. El usuario se encuentra, por tanto, ante un ecosistema fragmentado donde mezclar marcas o generaciones es una lotería.
Consecuencias para el usuario y cómo evitarlas
Para el consumidor, esta situación se traduce en una inversión no planificada. Actualizar un solo punto de la red puede obligarle a comprar un juego completo nuevo, dejando los adaptadores antiguos obsoletos. La solución más segura pasa por investigar minuciosamente antes de comprar. Es crucial verificar no solo la generación (HomePlug AV2, G.hn), sino también el perfil específico y las listas de compatibilidad del fabricante. Lo ideal es adquirir todos los adaptadores de la misma generación, marca y modelo en un mismo lote, tratando el kit PLC como un sistema cerrado que no se ampliará fácilmente en el futuro sin reemplazarlo por completo.
Así que, si pensabas que actualizar tu red PLC sería tan sencillo como enchufar un dispositivo nuevo, prepárate para una posible sorpresa desagradable. Es el clásico caso de mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer que se vuelve una pesadilla logística cuando el nuevo adaptador se niega a hablar con los veteranos, condenándoles a un cajón de los trastos electrónicos.