Parallax Occlusion Mapping, conocido comúnmente como POM
Parallax Occlusion Mapping, conocido comúnmente como POM, es una técnica de sombreado en tiempo real que representa un avance significativo sobre el mapeado de normales tradicional. Su función principal es simular profundidad y relieve en una superficie que, en realidad, es geométricamente plana. Lo consigue calculando el efecto de paralaje, es decir, cómo cambia la percepción de la textura según el ángulo de visión del observador, utilizando para ello un mapa de alturas adicional. Esto crea una convincente ilusión de volumen y geometría compleja sin necesidad de incrementar el número de polígonos, optimizando así el rendimiento.
¿Cómo funciona esta técnica?
El proceso comienza con los datos habituales: un mapa de color y un mapa de normales. La clave reside en un tercer mapa, el de alturas, que almacena información sobre la elevación de cada punto de la superficie. Durante el renderizado, el shader rastrea el rayo de visión desde la cámara hasta el plano de la textura. Consultando el mapa de alturas, realiza un muestreo múltiple y progresivo para encontrar el punto exacto donde este rayo sería "ocultado" por el relieve virtual. Este cálculo de oclusión es lo que genera las sombras y las variaciones de profundidad tan realistas, ajustando dinámicamente las coordenadas de textura para cada píxel en pantalla.
Ventajas y consideraciones prácticas
La principal ventaja de POM es su capacidad para ofrecer un detalle geométrico aparente muy superior al del normal mapping, especialmente en ángulos de visión rasantes, donde el efecto de paralaje es más evidente. Es una solución eficaz para añadir complejidad a muros, suelos rocosos o pavimentos sin penalizar el rendimiento de la GPU de forma excesiva. Sin embargo, no está exenta de limitaciones. Puede producir artefactos de auto-oclusión en relieves muy pronunciados y su coste computacional, aunque manejable, es mayor que el de técnicas más simples. Por ello, su uso se evalúa en el contexto general de la optimización de la escena.
Eso sí, por muy convincente que sea el efecto, no intentes caminar sobre ese suelo de piedra virtual; tu avatar seguirá moviéndose como si fuera perfectamente plano, recordándote amablemente que todo era un hermoso engaño pixelado.
