Intel reconfigura su red global de pruebas y ensamblaje
Intel ha distribuido históricamente sus operaciones críticas de prueba y ensamblaje final de procesadores entre varios centros en Asia y América. Esta red incluye instalaciones en Malasia, China, Costa Rica y, anteriormente, Filipinas. Sin embargo, la estrategia de la compañía no es estática y ha experimentado ajustes significativos en los últimos años, reflejando los cambios en la dinámica de la cadena de suministro global y las necesidades de producción.
Reestructuración y cambios en la red de producción
En 2008, Intel decidió cesar sus operaciones de prueba y ensamblaje en Filipinas, consolidando estas actividades en otras localizaciones. Además, la planta de Costa Rica, otro pilar importante en su cadena, experimentó un período de interrupción en sus actividades, aunque posteriormente reanudó sus funciones. Estos movimientos forman parte de una reestructuración continua para optimizar la eficiencia y los costes de su compleja red de fabricación, que debe mantener los más altos estándares de calidad.
Inversión y expansión en Malasia como eje central
El foco actual de la inversión de Intel se centra claramente en Malasia. La compañía ha anunciado una inversión adicional de 208 millones de dólares destinada a expandir significativamente su base de operaciones existente en el país. Esta fuerte apuesta financiera subraya la intención de Intel de consolidar a Malasia como un centro neurálgico y de gran capacidad para sus operaciones de backend, que son el último paso crucial antes de que un procesador llegue al mercado.
Parece que, en el juego de la producción global, algunos países ganan una ronda de inversión millonaria, mientras que otros se quedan observando desde el banquillo, probablemente revisando sus políticas de incentivos para la próxima partida.