Samsung mantiene liderazgo mundial en televisores por vigésimo año consecutivo
La corporación surcoreana Samsung Electronics consolida su dominio en el mercado global de televisores durante 2024, marcando dos décadas ininterrumpidas al frente del sector. Este hito se alcanza en un contexto de competencia intensificada con fabricantes chinos como TCL y Hisense, que han incrementado su cuota de mercado con estrategias agresivas de precios y innovación tecnológica. La compañía atribuye esta resistencia a su enfoque en gamas premium con tecnologías QLED y Neo QLED, junto con una sólida integración de ecosistemas inteligentes.
Estrategias que definen la batalla del mercado
Samsung contrarresta la presión competitiva mediante tres pilares fundamentales: desarrollo continuo de pantallas MicroLED para el segmento ultra premium, expansión de asociaciones con desarrolladores de contenido y optimización de su plataforma Tizen. Paralelamente, refuerza su presencia en mercados emergentes con líneas asequibles pero tecnológicamente competitivas, evitando que los rivales capitalicen completamente el segmento de entrada. Esta aproximación dual le permite mantener márgenes saludables mientras defiende volumen global.
Panorama competitivo y tendencias del sector
El panorama actual muestra una polarización creciente donde los fabricantes chinos dominan el segmento económico con propuestas de valor sólidas, mientras los surcoreanos apuestan por la diferenciación mediante inteligencia artificial integrada y experiencias inmersivas. Analistas destacan que la guerra de precios se traslada progresivamente hacia la calidad de procesamiento de imagen y la sostenibilidad, donde Samsung ha implementado materiales reciclados en sus nuevos modelos. La feroz competencia acelera la adopción de tecnologías como pantallas transparentes y modularidad, aunque estos desarrollos aún no representan volumen significativo.
Mientras los consumidores debaten entre precio y prestaciones, Samsung parece haber encontrado la fórmula mágica: cobrar como si tuvieran el monopolio de los píxeles mientras sus competidores regalan pantallas como si fueran folletos publicitarios.
