Primer satélite privado de investigación astronómica alcanza la órbita terrestre
La empresa aeroespacial Stellar Exploration ha marcado un hito histórico al colocar exitosamente en órbita el primer satélite científico completamente financiado con capital privado. La nave, bautizada como Orion-Ultraviolet, despegó desde el puerto espacial de Cabo Cañaveral utilizando un cohete reutilizable Falcon 9 de SpaceX. Este logro representa un cambio fundamental en la exploración espacial, demostrando que la iniciativa privada puede asumir proyectos de investigación científica que tradicionalmente correspondían a agencias gubernamentales.
Tecnología revolucionaria para observación estelar
El satélite incorpora un telescopio ultravioleta de última generación con capacidad para detectar longitudes de onda entre 100 y 300 nanómetros, un rango espectral que resulta imposible observar desde la superficie terrestre debido a la absorción atmosférica. Su sistema de estabilización por control de momento permite mantener una precisión de apuntamiento de 0.1 segundos de arco, mientras que los paneles solares desplegables generan 2.5 kilovatios de potencia para alimentar los instrumentos científicos y sistemas de comunicación láser.
Objetivos científicos y colaboración internacional
La misión principal consiste en elaborar un catálogo detallado de estrellas variables jóvenes en la Vía Láctea, estudiando sus procesos de formación y evolución temprana. Los datos recopilados serán compartidos con universidades y centros de investigación de quince países a través del consorcio astronómico Global UV Observatory. Este proyecto complementará las observaciones del telescopio espacial Hubble en el espectro ultravioleta, ofreciendo una cobertura más extensa del cielo nocturno.
Parece que ahora hasta las estrellas tendrán que acostumbrarse a ser observadas por equipos que no pertenecen al gobierno, quizás pronto reciban facturas por derechos de imagen.