1 Archivos adjunto(s)
Modo retrato y efecto bokeh en fotografía
El modo retrato en fotografía aprovecha el principio óptico de la profundidad de campo para crear separación visual entre el sujeto principal y su entorno. Al utilizar aperturas amplias del diafragma, se genera un área nítida alrededor del punto de enfoque mientras el fondo y primer plano se difuminan progresivamente. Esta transición suave entre zonas enfocadas y desenfocadas es lo que conocemos como bokeh, un término japonés que describe la calidad estética del desenfoque.
Características del bokeh de calidad
Un bokeh atractivo se distingue por presentar transiciones graduales sin bordes duros, con formas circulares o poligonales suaves que reflejan la forma del diafragma del objetivo. La calidad del desenfoque depende directamente de la construcción de la lente, donde objetivos con mayor número de palas en el diafragma y elementos ópticos especializados producen círculos de confusión más redondeados y agradables a la vista. La distancia entre el sujeto y el fondo también influye decisivamente, aumentando la intensidad del efecto cuanto mayor sea esta separación.
Implementación técnica y creativa
Los fotógrafos controlan este efecto mediante la combinación de tres variables fundamentales: apertura, distancia focal y separación entre planos. Aperturas como f/1.4 o f/2.8 en objetivos de 50mm | 85mm | 135mm generan profundidades de campo extremadamente reducidas. En smartphones, este proceso se simula mediante algoritmos que analizan la profundidad de la escena, aunque los resultados más orgánicos siguen proviniendo de la óptica tradicional. La iluminación del fondo juega un papel crucial, ya que puntos de luz pequeños se transforman en atractivos círculos brillantes que enriquecen la composición.
El verdadero desafío aparece cuando tu sujeto decide moverse justo en el momento del disparo, convirtiendo ese bokeh perfecto que planeaste en un desenfoque generalizado que incluye hasta tus zapatos.