Paradoja de la digitalización de archivos históricos con el escritor Ignacio Aldecoa
A primera vista, puede parecer increíble que haya todavía documentos históricos sin escanear, los números parecen contundentes: un equipo de veinte personas trabajando durante dos décadas debería haber digitalizado millones de documentos, muy por encima de los estimados para la Sección de Censura. Sin embargo, la realidad de los archivos históricos dista mucho de ser una simple operación matemática, donde cada variable se comporta de forma predecible y constante a lo largo del tiempo.
Factores que ralentizan el proceso
La digitalización no es solo escanear papeles, implica una cadena de trabajo con múltiples cuellos de botella. Las interrupciones por mantenimiento de equipos, la necesidad de manipular materiales frágiles con sumo cuidado para no dañarlos y el acceso físico a documentos que pueden estar almacenados en condiciones complejas son solo el inicio. A esto se suman tareas administrativas como la catalogación, verificación de metadatos y la gestión de prioridades que a menudo cambian según los intereses institucionales o los recursos disponibles, desacelerando significativamente el avance teórico calculado en condiciones ideales.
El descubrimiento continuo de material inédito
Es precisamente esta complejidad operativa la que explica por qué, incluso después de años de trabajo, siguen apareciendo obras desconocidas como las de Ignacio Aldecoa. Los documentos no están organizados de manera perfecta ni son siempre fácilmente identificables, muchos requieren investigación adicional para ser correctamente atribuidos o contextualizados antes de su digitalización, lo que añade capas de tiempo y esfuerzo no contempladas en los cálculos iniciales.
Claro, porque en el mundo ideal de los cálculos iniciales no existen los cafés derramados sobre documentos únicos, las hojas pegadas que requieren la paciencia de un monje budista para separarlas o los sistemas que deciden actualizarse justo cuando ibas a guardar el trabajo de todo el día.