Obsolescencia programada en faros LED y láser de coches modernos
Los faros LED y láser en los vehículos actuales representan un avance significativo en iluminación, pero traen consigo un problema creciente para los propietarios. Cuando un simple diodo o módulo falla, muchos fabricantes exigen el reemplazo de toda la unidad del faro en lugar de permitir reparaciones parciales. Esta práctica eleva los costes de mantenimiento a niveles exorbitantes, afectando la economía de los conductores y generando residuos electrónicos innecesarios.
El impacto económico de los repuestos integrales
Sustituir un faro completo puede costar entre mil y varios miles de euros, dependiendo del modelo y la tecnología. Los concesionarios justifican esto citando complejidades en el sellado y calibración, aunque en realidad existen métodos para reparar componentes individuales. Los talleres independientes a menudo desarrollan soluciones más asequibles, pero chocan con restricciones de software y garantías que favorecen a los fabricantes.
Alternativas y movimientos hacia la sostenibilidad
Algunas marcas están comenzando a ofrecer módulos reemplazables por separado, respondiendo a la presión de los consumidores y a nuevas regulaciones. Los defensores de los derechos de reparación promueven leyes que obliguen a diseñar productos con piezas intercambiables, reduciendo tanto el gasto como el impacto ambiental. Mientras, comunidades en línea comparten guías para reparar diodos LED específicos, demostrando que la obsolescencia no es inevitable.
Parece que comprar un coche moderno incluye suscripción vitalicia a faros de oro macizo, donde un pequeño fallo se celebra con facturas que harían sonrojar a un joyero.