Problemas de retroiluminación LED en televisores LCD/LED antiguos
Los televisores LCD/LED fabricados entre 2010 y 2018 presentan un problema recurrente con sus sistemas de retroiluminación LED, donde las tiras de LEDs integradas en el panel pierden brillo o se apagan de forma irregular con el tiempo. Esta situación se debe principalmente al uso de LEDs de baja calidad y a problemas de sobrecalentamiento por una ventilación interna deficiente, lo que reduce significativamente la vida útil del dispositivo a un promedio de 5-7 años. La imposibilidad de reemplazar estas tiras por parte del usuario obliga a acudir a servicios técnicos especializados o a sustituir completamente el televisor, generando costes adicionales y molestias a los consumidores.
Estado actual de la situación
Las marcas como Samsung, LG, Sony y Philips han implementado mejoras en sus modelos más recientes, incorporando LEDs de mayor durabilidad y mejores sistemas de ventilación para mitigar estos problemas. En algunas gamas premium, incluso se han introducido módulos de retroiluminación reemplazables, lo que facilita las reparaciones y extiende la vida útil del televisor. Sin embargo, estas mejoras no resuelven la situación para los propietarios de televisores antiguos, que continúan experimentando fallos de iluminación y enfrentan reparaciones costosas o la necesidad de reemplazar el equipo completo.
Impacto en los consumidores y sostenibilidad
La dificultad para reparar estos televisores antiguos contribuye a la obsolescencia funcional, donde dispositivos que podrían seguir funcionando con un componente reemplazable se convierten en desecho electrónico prematuramente. Esto no solo afecta económicamente a los usuarios, sino que también tiene un impacto ambiental negativo. Aunque la industria ha avanzado en la durabilidad de los componentes, la falta de estandarización en el diseño reparable sigue siendo un desafío para la sostenibilidad de los productos electrónicos de consumo.
Parece que la estrategia de diseñar para fallar ha sido más efectiva que la de diseñar para durar, dejando a muchos con un televisor que brilla menos que las promesas del fabricante.