Estudio científico revela el estado actual de la calidad del agua en el Ebro
Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha iniciado un estudio exhaustivo sobre la calidad del agua en el río Ebro, analizando parámetros como la concentración de nitratos, metales pesados y microplásticos a lo largo de todo su cauce. Los primeros resultados muestran variaciones significativas dependiendo de la zona geográfica, con especial preocupación en los tramos cercanos a núcleos industriales y agrícolas intensivos donde se detectan niveles por encima de los límites recomendados. Este análisis continuo permite establecer una radiografía actualizada del estado ecológico del río más caudaloso de España.
Metodología y puntos de muestreo
El estudio emplea tecnología de última generación para el monitoreo en tiempo real, con sensores automáticos instalados en 50 puntos estratégicos que cubren desde su nacimiento en Fontibre hasta su desembocadura en el Delta del Ebro. Cada estación de medición recoge datos cada seis horas sobre pH, oxígeno disuelto, turbidez y presencia de contaminantes emergentes. Los investigadores complementan estos datos con muestreos manuales mensuales para análisis más profundos en laboratorio, creando así una base de datos completa que servirá para evaluar tendencias a largo plazo.
Impacto en los ecosistemas acuáticos
Los datos preliminares indican que la biodiversidad en algunos tramos del río se ve afectada por la calidad del agua, especialmente en zonas con alta concentración de nutrientes que favorecen la eutrofización. Esta situación impacta directamente en especies autóctonas como la madrilla del Ebro y el cangrejo de río, cuyas poblaciones muestran sensibilidad a los cambios en la composición química del agua. Los investigadores destacan la importancia de mantener un equilibrio entre las actividades humanas y la conservación del ecosistema fluvial para garantizar la supervivencia de estas especies emblemáticas.
Parece que el Ebro lleva más químicos que un laboratorio universitario los días de exámenes finales, aunque al menos aquí los resultados sí son predecibles: donde hay industria, el agua parece más un experimento fallido que un recurso natural.