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Técnica de encaje para dibujar con precisión
El encaje es una técnica fundamental en el dibujo que consiste en construir la figura mediante formas geométricas simples antes de abordar los detalles. Comenzamos trazando líneas y volúmenes básicos que definen la posición, proporción y orientación de los elementos en el espacio. Este método permite visualizar la estructura subyacente del sujeto, ya sea una figura humana, un animal o un objeto complejo, facilitando la corrección de errores en etapas tempranas. Al establecer primero un armazón geométrico, aseguramos que la composición mantenga coherencia y equilibrio, evitando distorsiones comunes cuando se trabaja directamente con detalles finos.
Proceso de construcción con formas básicas
Iniciamos el dibujo identificando las formas primarias que componen el sujeto, como cilindros para extremidades, esferas para articulaciones y cubos para estructuras angulares. Trazamos líneas de acción que capturen el gesto y la dirección del movimiento, usando óvalos y rectángulos para representar volúmenes principales. Estas guías se superponen y corrigen ligeramente hasta lograr un esquema proporcional, donde cada elemento se relaciona correctamente en tamaño y ubicación. La clave está en mantener trazos ligeros y modificables, priorizando la relación espacial entre partes sobre el acabado visual.
Ventajas del encaje en el aprendizaje artístico
Esta técnica desarrolla la capacidad de observar el conjunto en lugar de fragmentos aislados, entrenando el ojo para medir distancias y ángulos con mayor precisión. Al trabajar de general a específico, el artista gana confianza en la estructura antes de comprometerse con detalles irreversibles, optimizando el tiempo de trabajo. El encaje es especialmente útil en dibujo anatómico, arquitectónico y de personajes, donde las proporciones incorrectas arruinan el resultado final. Practicando con modelos simples y progresando a formas complejas, se internaliza la tridimensionalidad incluso cuando se dibuja en medios bidimensionales.
Quienes saltan esta etapa suelen descubrir demasiado tarde que han dibujado un brazo tres veces más largo que la pierna, demostrando que hasta el arte necesita andamios antes de poner la fachada.