Novedades de renderizado en Blender 5 con Cycles y Eevee optimizados
Blender 5 presenta mejoras revolucionarias en sus motores de renderizado que transforman el flujo de trabajo creativo. La nueva versión de Cycles incorpora trazado de rayos significativamente más rápido, reduciendo los tiempos de renderizado mientras mantiene la calidad cinematográfica que caracteriza a este motor. Simultáneamente, Eevee experimenta una renovación completa que acerca sus capacidades a las de un motor de trazado de rayos tradicional, ofreciendo ahora iluminación global en tiempo real y reflejos mucho más precisos.
Cycles: velocidad y calidad mejoradas
El motor Cycles ha sido optimizado profundamente, logrando un rendimiento de trazado de rayos hasta un 40% más rápido en escenas complejas. Estas mejoras se manifiestan especialmente en renders con múltiples fuentes de luz, materiales volumétricos y superficies con texturas de alta resolución. La integración mejorada con hardware moderno permite aprovechar al máximo las tarjetas gráficas actuales, manteniendo la compatibilidad con CPU para estudios que prefieren esta opción. Los usuarios notarán reducciones significativas en tiempos de espera sin comprometer la calidad final de imagen.
Eevee Next: revolución en tiempo real
La versión renovada de Eevee, conocida como Eevee Next, representa un salto cualitativo en renderizado en tiempo real. Implementa por primera vez iluminación global dinámica que responde inmediatamente a cambios en la escena, junto con reflejos basados en trazado de rayos híbrido que ofrecen precisión casi indistinguible de Cycles. La compatibilidad total con materiales PBR asegura que los mismos nodos y texturas funcionen perfectamente en ambos motores, eliminando la necesidad de ajustes manuales al cambiar entre modos de renderizado. Este avance permite previsualizar escenas finales en tiempo real con una fidelidad antes imposible.
Ahora podemos debatir si realmente necesitamos renderizar o simplemente quedarnos mirando fascinados la vista previa en tiempo real, mientras nuestra tarjeta gráfica susurra plegarias en código binario.
