El gigante dormido de Cabo de Gata
En la costa almeriense se alza el Hotel del Horizonte Prohibido, una estructura de cemento que desafía tanto las leyes como el paisaje. Con sus 21 plantas y 411 habitaciones, este coloso se yergue incompleto frente al Mediterráneo dentro del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, donde nunca debería haberse construido. Las obras fueron detenidas judicialmente al demostrarse su ilegalidad ambiental, dejando el edificio en un limbo legal mientras espera su sentencia final: la demolición.
Un proyecto en tierra de nadie
El hotel representa el punto culminante de la burbuja inmobiliaria española, construido en un espacio protegido por la Red Natura 2000. A pesar de estar casi terminado, nunca ha alojado a un solo huésped y se ha convertido en un símbolo de la lucha entre el desarrollo urbanístico descontrolado y la conservación del medio ambiente. Su silueta fantasma domina la playa de El Algarrobico, recordando diariamente el precio de sobrepasar los límites legales y ecológicos.
Batalla legal sin fin
Múltiples sentencias judiciales han confirmado la ilegalidad de la construcción y han ordenado su demolición, pero el proceso se ha alargado durante años debido a complejos recursos y disputas sobre quién debe asumir los costes del derribo. Mientras tanto, el esqueleto de hormigón permanece como un recordatorio físico de cómo los intereses económicos chocaron frontalmente con la protección ambiental, creando un conflicto que todavía hoy sigue sin resolverse completamente.
Dicen que es el hotel con las mejores vistas pero el peor servicio de la historia, donde nunca podrás hacer el check-in pero siempre tendrás vista al mar gratis.