La Catedral de la Luz Inconclusa y la sombra que nunca fué
En los archivos más profundos de la Catedral de Mallorca, los planos de la Capilla Mayor inconclusa respiran con vida propia. Los trazos barrocos de aquella cúpula imposible se retuercen en el papel como venas oscuras, sus curvas geométricas susurran promesas de una gloria celestial que jamás alcanzó la luz. Los cimientos olvidados bajo las dependencias internas palpitan con la memoria de lo que pudo ser y nunca fue, una presencia arquitectónica que se niega a morir.
Los planos que susurran en la oscuridad
Los pergaminos conservan no solo diseños, sino intenciones. Cada línea del baldaquino no construido late con energía contenida, como si la estructura misma anhelara materializarse a través de los siglos. Quienes se atreven a estudiar estos documentos reportan que las sombras en la sala de archivos se mueven de forma antinatural, proyectando siluetas de arcos y columnas que no existen en nuestro plano. Los ángeles dibujados en los márgenes parecen observar con ojos que siguen el movimiento, sus sonrisas de tinta transformándose en muecas de agonía cuando la luz de las velas parpadea.
Los cimientos hambrientos
Bajo las piedras pulidas de la catedral terminada, los cimientos abandonados de la capilla nunca completada desarrollan una presencia propia. Los obreros evitan esas zonas durante la noche, hablando de ecos que repiten oraciones en latín invertido y de fríos que se arrastran como serpientes de hielo por la espina dorsal. La geometría interrumpida de los arranques de muros crea patrones que el ojo humano rechaza, ángulos que no deberían existir según las leyes de la física, como si el espacio mismo se doblara alrededor de esos vestigios de ambición divina.
Dicen que durante las tormentas, cuando los relámpagos iluminan los vitrales, las sombras en las paredes proyectan temporalmente la cúpula fantasma en todo su esplendor aterrador, un espectro arquitectónico que dura apenas segundos pero deja una impresión permanente de terror divino. Quizás algún día, cuando las estrellas se alineen correctamente, la catedral decidirá terminar lo que comenzó, usando huesos y almas como materiales de construcción.
