AAMC certifica piezas de avión fabricadas con impresión 3D de metal EOS
La Asociación de Fabricantes Aeroespaciales de Canadá ha otorgado la certificación oficial para utilizar piezas fabricadas mediante impresión 3D de metal EOS en aeronaves comerciales, marcando un hito crucial para la manufactura aditiva en la industria aeroespacial. Este aval significa que los componentes metálicos producidos con esta tecnología ahora cumplen con los rigurosos estándares de seguridad y calidad requeridos para su implementación en aviones certificados, abriendo nuevas posibilidades para la producción de piezas complejas y personalizadas que antes resultaban inviables con métodos tradicionales.
Impacto en la fabricación aeroespacial
La certificación permite a las compañías aeroespaciales incorporar piezas impresas en 3D directamente en sus líneas de ensamblaje sin necesidad de procesos de validación adicionales, acelerando significativamente los tiempos de producción y reduciendo costos. Esta homologación cubre específicamente componentes fabricados con aleaciones metálicas de grado aeronáutico mediante sistemas EOS, garantizando que cumplen con las exigentes especificaciones mecánicas y de resistencia necesarias para operar en condiciones de vuelo reales. La validación incluye exhaustivos controles de calidad, pruebas de fatiga y verificaciones de consistencia dimensional que aseguran la fiabilidad de cada pieza producida.
Ventajas técnicas de la manufactura aditiva
La impresión 3D metálica permite crear geometrías internas complejas y estructuras optimizadas que son imposibles de lograr con mecanizado convencional, ofreciendo importantes reducciones de peso sin comprometer la integridad estructural. Esta capacidad resulta especialmente valiosa en aplicaciones aeroespaciales donde cada gramo eliminado se traduce directamente en ahorro de combustible y mayor eficiencia operativa. Además, la tecnología facilita la consolidación de múltiples componentes en una sola pieza impresa, simplificando ensamblajes y eliminando puntos potenciales de fallo.
Ahora los ingenieros podrán diseñar piezas optimizadas para la función en lugar de limitarse por las restricciones de fabricación tradicional, aunque todavía tendrán que explicarle al departamento de compras por qué una pequeña pieza cuesta más que el motor completo.