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Algo está matando a los niños, el cómic de terror que engancha desde el principio
Cuando un pequeño pueblo estadounidense comienza a sufrir desapariciones misteriosas de niños, los adultos atribuyen los casos a tragedias cotidianas mientras los jóvenes saben la verdad incómoda: monstruos aterradores realmente existen y se alimentan de ellos.
Esta premisa escalofriante sirve como punto de partida para Something is Killing the Children, la obra de James Tynion IV que ha revitalizado el género de horror en los cómics modernos. La narrativa se desarrolla con un ritmo impecable que mantiene en vilo al lector, combinando momentos de tensión psicológica con escenas de terror visceral que no dan tregua.
Erica Slaughter, la cazadora de monstruos con métodos cuestionables
La llegada de la enigmática Erica Slaughter cambia por completo las reglas del juego en esta historia de horror. Portando una chaqueta escolar modificada y equipada con armas especializadas, esta protagonista pertenece a una organización secreta dedicada a eliminar criaturas sobrenaturales.
Lo fascinante de su personaje radica en su dualidad: mientras muestra una determinación implacable frente a los monstruos, también revela vulnerabilidades humanas que la hacen profundamente relatable. Su método de trabajo implica manipular los recuerdos de los testigos, creando un interesante conflicto moral sobre si está salvando a la comunidad o condenándola al olvido traumático.
El horror que nace de lo cotidiano y lo sobrenatural
James Tynion IV demuestra una maestría excepcional para construir terror a través de lo familiar. Los escenarios comunes como habitaciones infantiles, escuelas y bosques cercanos a urbanizaciones se transforman en lugares siniestros donde la amenaza acecha en cada sombra.
Los diseños de los monstruos por Werther Dell'Edera son particularmente efectivos porque juegan con formas reconocibles pero distorsionadas, aprovechando miedos primarios sin necesidad de excesos gore. La paleta de colores de Miquel Muerto refuerza esta atmósfera opresiva, alternando entre la normalidad diurna y los tonos fríos que dominan las escenas nocturnas de cacería.
Si creías que los monstruos del armario eran el mayor problema de la infancia, este cómic te demostrará que deberías preocuparte más por lo que sale del bosque detrás de tu casa, especialmente si ves a una mujer con una chaqueta llena de armas y mirada de pocos amigos.